En Dos Cuerpos nos dedicamos a hacer catas donde disfrutamos del valor más grande del alcohol, el de desinhibirnos y relajarnos para poder platicar con honestidad. Es por eso que cada primer sábado del mes celebramos una cata de mezcal filosófico. El mezcal filosófico es una actividad lúdica que parte de las prácticas filosóficas, que buscan que la filosofía no sea solo un conocimiento académico de las aulas, sino una actividad que se desarrolla y practica. En los mezcales filosóficos practicamos herramientas filosóficas como el análisis, la conceptualización, la ejemplificación y la problematización.
Esa caricatura del mapa de un departamento universitario de filosofía que dice "Usted está aquí. ¿Pero por qué?" nos dice algo sobre la filosofía, y sobre los departamentos universitarios de filosofía.
Tal vez diga:
Que la filosofía cuestiona.
Que la filosofía pregunta por qué, por qué, por qué.
Que quien estudia filosofía tiene algo de rareza.
Que hay algo inútil en preguntarte por qué cuando quieres saber dónde (al menos ubicándote en un mapa). ¿Vendrá de ahí el humor de la caricatura?
Que los departamentos universitarios de filosofía existen y son lugares, tal vez distintos a otros.
En el próximo mezcal filosófico del cinco de agosto en Dos Cuerpos vamos a dialogar a partir de la pregunta ¿Cómo me encuentro? mientras degustamos mezcal.
Como todas las preguntas, y en especial las filosóficas, ésta se puede interpretar de distintas maneras; puede significar "¿Cómo estoy?", ”¿Cómo sé dónde estoy?", "¿Cómo llego a encontrarme/conocerme/saberme?"
Las preguntas también tienen suposiciones. Una de ellas, en este caso, es que se puede encontrarse. Uno de los problemas de la filosofía es ese cómo. Si la filosofía ayuda a conocerse, ¿cómo lo hace?
En los mezcales filosóficos ponemos en práctica herramientas de la filosofía como la ejemplificación, la profundización, la toma de postura y la contemplación. Para practicar estas herramientas y para participar en la dinámica no es necesario tener conocimientos específicos en ningún tema, ni haber estudiado filosofía. Mientras degustamos mezcal, vamos a reflexionar también las conexiones que podamos encontrar con nuestra experiencia filosófica. Tal vez la plática cambie después de una copa, tal vez el sabor del mezcal nos traiga a la lengua una idea, o tal vez tomarnos un tiempo para brindar nos permita dialogar de una manera distinta a como acostumbramos.
¿A ti qué te generan estas preguntas? ¿Te nos unes?