Mezcal filosófico: ¿Cuánto hay que decir?

¡El sábado 17 de junio tuvimos el segundo mezcal filosófico en Dos Cuerpos!

En Dos Cuerpos nos dedicamos a hacer catas donde disfrutamos del valor más grande del alcohol, el de deshinibirnos y relajarnos para poder platicar con honestidad. Es por eso que cada primer sábado del mes celebramos una cata de mezcal filosófico. El mezcal filosófico es una actividad lúdica que parte de las prácticas filosóficas, que buscan que la filosofía no sea solo un conocimiento académico de las aulas, sino una actividad que se desarrolla y practica. En los mezcales filosóficos practicamos herramientas filosóficas como el análisis, la conceptualización, la ejemplificación y la problematización.

La dinámica de los mezcales es la siguiente:

Primero nos presentamos, decimos cómo nos gusta que nos digan y repasamos las guías que usamos para una discusión respetuosa y libre que no pierda el rigor.

Después degustamos un mezcal seleccionado por el equipo de Dos Cuerpos. Al terminar, empezamos con la conversación filosófica. Para este encuentro el tema fue "¿Cuánto hay que decir?" Discutimos qué significa decir, cuál es la diferencia con hablar, qué es lo no dicho... Entre otros temas. También nos apoyamos en preguntas como"¿Hablas mucho?", "¿Dónde queda lo dicho?" Y "¿Decir es hacer?" Más adelante practicamos nuestras herramientas filosóficas mientras cada quién da su opinión, y comparte sus posturas sobre los temas del día.

Para este mezcal hablamos mucho del laconismo, que es una manera de hablar muy concisa en la que se toma una posición firme apoyándose en implicaciones lógicas. Se le conoce así por los gobernantes de Lacedemonia, en Esparta, que daban unas respuestas sorprendentes a las amenazas que recibían.

Platicamos sobre la filosofía práctica. Discutimos sí importa más lo que dices, cómo lo dices o a quién se lo dices. También se comentó la importancia, los contextos y las diferencias entre el silencio individual y el silencio colectivo. Claro que no faltó hablar de otros tipos de lenguajes como el corporal y el lenguaje de señas. En fin, platicamos, nos reímos y reflexionamos.

Mientras nos acercamos al final, degustamos una segunda copa de mezcal, notando las diferencias y anotando si el mezcal se ha colado en nuestra discusión. También pudimos compartir una cerveza mientras continuamos filosofando.

Cerramos los mezcales filosóficos con preguntas que nos sirvan para continuar la reflexión.

¿Se te ocurre una pregunta para compartir?

¡Te esperamos en el siguiente Mezcal filosófico, todos los primeros sábados de mes a partir de agosto!